Dude

Al parecer este blog solo sabe de mí cuando mi sensibilidad amorosa alcanza niveles que no pueden ser mitigadas ni siquiera por cuatro amigas comprensibles y empoderadoras. lol

Pinchi, qué duro es escribirte, pensarte, sentirte y no tenerte. Qué difícil es reflexionarte, pero es más difícil reflexionarme a través de ti. De tus contradicciones y ambivalencias y dolores que son tan tuyos y no encuentras otra mejor manera de afrontarlos que lastimarme. Qué descorazonador resulta sentir que quiero permitírtelo. Permitírtelo todo. Que estés, que no estés, que llegues, que vengas, que te vayas, que me sonrías, que me hagas sentir que tal vez me quieras y al tiempo que eres total y fríamente indiferente. Qué cruel es tener la errónea certeza de que mi soledad se siente más tranquila si tu soledad la acompaña.

Hoy se cumplen tres meses de ti, en mí. Hoy se cumplen tres meses respirándote y viviéndote. Tres meses aferrándome a ti, a tus palabras, a tus gestos, tus sonrisas, tus enojos y tus frustraciones. Tres meses queriendo volverlos míos. Tres meses en los que he sentido que es posible, que funcionamos, que te entiendo en tu esencia, que me entiendes en mi esencia. Tres meses en los que he visto a través de todos los "fake it til you make it", a través de las sonrisas y la amabilidad forzada. Tres meses en los que he notado el esfuerzo que es para ti sentir que todo te importa con locura, y también cuánto te encantaría que fuera cierto cada vez que dices "I don't care enough" como si eso realmente tuviera un significado más allá de ti, queriendo poner un muro de mil metros a tu alrededor, para aislar al verdadero tú de las personas, como yo, que podríamos verte, realmente verte.

Tres meses después, aún duele con locura saber que alguien te hirió tan profundamente que no puedes confiar, y que sin poder hacer nada, debo pagar por eso. Duele con locura que... Agh. Tres meses son suficientes y en este momento no te quiero pensar más. Tal vez más tarde.

Te quiero, Pinchi.